jueves, agosto 24, 2006

MI FE - ELEGUA.




La Fe, significa fiarse. La mayoría de las religiones consideran que tener fe es creer en la existencia de Dios. Ese Dios representado en diversas formas, ese Dios Creador del planeta y de todo ser viviente. Que Reinara en el mundo, en todo el Universo. También podría decirse que la fe es la fuerza capaz de mover al mundo, dicen que la fe mueve montañas.

Este blog dedicado a mi Revolución Bonita, a este Proceso que esta transformado mi país, pero en Venezuela, muchos compatriotas además de tener fe en la Revolución que esta evolucionando su patria, creen ese Ser Sublime “DIOS” quien protegerá por siempre esta Revolución Bolivariana que llegó para quedarse en mi pueblo. La Fe es un motor, es una creencia ciega capaz de superar cualquier prueba.

En el catolicismo, Dios se representa como Jesús o el Niño Jesús, existiendo diversas imágenes tales como: El Divino Niño, en algunos lugares como Mérida Elegua es el Santo Niño de Atocha, si le pides a Elegua piensa que como todo niño debes premiarlo para eso debes obsequiarle dulces, caramelos y juguetes, pero no olvides recuerda que como todo niño es malcriado y si no estas dispuesto a cumplirle se enojará.

La Santería es una religión que tiene sus orígenes con la tribu Yoruba del África, En sus esfuerzos de esconder su religión africana, los lucumís identificaron sus deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo. Para los santeros, los santos son dioses (orishas) que deben adorarse. Olodumare creó a los orishas para manifestar su voluntad y su esencia en la creación. Estos son una personificación de Ashe. Los orishas también son los guías y protectores de la raza humana.

Elegua.

Cuenta la historia que hace muchos años, en el reino fastuoso de un monarca africano, nació su hijo primogénito a quien llamaron Elegua. A los 8 años, el niño era muy precoz, osado y travieso y daba mucho trabajo a sus progenitores. Un día, caminando por la orilla del mar con su guardián, vio un objeto brillar junto a una palmera y corrió a tomarlo. Su guardián trató de impedirlo, previniéndole que podía ser un objeto peligroso ya que se veía raro y tenía dos intensas luces en el lugar de los ojos y una nube blanca y leve salía de su boca, pero Elegua se escapó de las manos de su protector y escolta y corrió a tomar el objeto para llevárselo. Cuando lo tuvo vio que era el fruto de un cocotero y quedó fascinado, entonces oyó una voz que le decía, "cuídame y líbrame de las polillas y los gusanos que querrán comerme con el tiempo; si me proteges, te daré salud y prosperidad". El niño prometió al coco cuidar de él mientras viviera y lo llevó al castillo.
Allí contó su historia a su padre y a toda la corte, pero todos se burlaron de él y jugaron pelota con el coco, tirándolo de un lado a otro sin que Elegua pudiera evitarlo, y el consejero del rey le dijo a éste: "tu hijo te dará problemas con esa imaginación que tiene, vamos a esconder el coco para que se olvide de ese invento". Pero ése mismo día el niño enfermó, y tres días después murió. La corte y todo el pueblo lloraron la muerte del príncipe y llamaron a un adivino que les dijo que un genio bueno que vivía encerrado en el coco había sido ofendido y ultrajado y que por eso había muerto el príncipe. A partir de ese momento el rey, arrepentido, mandó venerar al coco y pedir su perdón y protección, pero los ojos del coco nunca más volvieron a brillar. Consultado nuevamente el adivino dijo: "debemos ponerle ojos, boca y oídos para que nos escuche y pueda hablarnos". Así que le incrustaron unos caracoles en el lugar de los ojos y el genio volvió a ver. Luego le incrustaron dos conchas en los oídos y el genio volvió a escuchar sus plegarias. Por último, le pusieron una boca y el genio habló y transmitió toda su sabiduría a aquel pueblo ignorante y lo perdonó.


Elegua es una divinidad muy importante en el Orden de los Orisha, es el cerebro por debajo de todas las cosas en la vida. Nada puede pasar en la vida sin el consentimiento de Elegua, Esa es una de las razones por las que todos los sacrificios son dados primero a él.
Elegua no es el guardián de la fuerza vital de la vida, él es la fuerza vital de la vida.
El más pequeño de los Orishas. Es bromista, pícaro y camorrista.
Abre y cierra los caminos y las puertas, a los dioses y mortales y lo hace a su capricho, a la suerte o a la desgracia. Aunque pequeño, (un kerekete‚), un chiquillo debemos considerarle sin la menor duda el más temible de los Orishas.
Tiene las llaves del destino. Está en todas partes acechando, guarda las encrucijadas; es el portero del monte y de las sabanas, es el primer Orisha cuyo favor debe conquistarse.
Domina con Orula, Babá y Oyá los "Cuatro Vientos", y se mete en todo, enreda una situación, vuelve las cosas al revés, está en sus manos perder o salvar a quien le de la gana.
En ocasiones por su carácter, no sólo es travieso y malicioso, sino perverso y de franca maldad, que asume en otras de sus muchas manifestaciones con el nombre de Eshu.
Pero Eshu son los 21 Eleguá.
Eshu Oku Boro.- El de la vida y la muerte.
Eshu Alakiyé.- El más tragón, el de lo inesperado.
Eshu Latieye.- El que vence de todos modos.
Eshu Bí.- El rey de las maldades. Es uno y veintiuno, el mismo Eleguá, andando por caminos distintos. Todos los Orishas tienen de centinela y mandadero a un Eleguá. En cada lugar hay uno: En el cementerio, abriendo las rejas del camposanto de Obba.
El portero y sepulturero es Eleguá;
Laroye amigo de Oshun es el que vive detrás de la puerta en una cazuelita. Está en las puertas de las casas y en la calle.
Eshu Bí En la esquina,.
Alale o Achi Kualé, en los cuatro caminos.
Eshu Ilé-Olova o Kaloya, en las plazas y mercados.
Agguere, en las lomas.
Obanigwanna ó Alaggwanna, en las sabanas.
El Anima Sola(Eshu) en los parajes solitarios.
Eshu Ogguanilebbe compañero inseparable de Ogun.
Baraiñe, anda con Chango.
Ayerú es mensajero y custodio de Ifá y de su representante el Babalawo quien sin Eleguá y sin Osain, no estar seguro.
Añagui es la confianza y la seguridad de Ifá pues es el más fino de la legión de Eleguá y el más importante de todos, porque Olofí le encomendó que abriese y cerrase la puerta del cementerio. Es el que ordena y manda, les da nombre y distribuye el trabajo de los demás Eleguá y todos son mensajeros, niños en su mayoría, mandados por otros Eleguá viejos.
Elufá‚ es el más viejo de todos y ante el cual es preciso conducirse con extremada corrección. Este Eleguá vive, muy retirado en el patio, porque cerca o delante de él no puede hacerse nada deshonesto.
Alaleilú, viejo también y que es un nombre honorífico que se da a Eleguá es Awo, uno de los grandes.
Ogguiri ‚Elu, Afrá y Keneno son ararás.
Añagui, Alabbgwanna y Ogunilelé‚ son adultos (muchachones), Más muchachos y por lo tanto más turbulentos son: Akileyo, Alayaki, Echubí un poco más dócil este Bí que es jefe de Los Ibeyis (San Cosme y San Damián) ó jimaguas e inmejorable cuando le da por la vena de proteger a su omó Baraiñe.
Echeriká‚ que anda con Osain.
Alaké, Kinkoye, Laroyo, Akokelobiyé y Aganiká que tropieza con todo el que se encuentra. Osiká como Akokoribiyé, de tierra Mina es muy aficionado a jugar con bolas de cristal, a bailar el trompo y a fumar cigarrillos y con Olankí su compañero.
Barakeño es el más pequeño de todos, el que vive en la manigua, entre matojos y todo lo trastorna y confunde.
Es Orisha mayor, tiene las llaves del destino, abre y cierra la puerta a la desgracia o a la felicidad. Es la personificación del azar y la muerte. Portero del monte y la sabana. Es hijo de Obatalá y Yemmú. El primero de los cuatro guerreros (Eleguá, Ogun, Ochosi y Osun). Ganó con Olofi, Obatalá y Orula, suficientes privilegios para ser el primero: Okana.
Como a cualquier le gusta tipo de objeto, utilizado en los juegos infantiles: papalotes, pitos, bolas, soldaditos, así como todo tipo de llaves, machete, garabato, sombrero de guano.
COLLARES: Matipó de color rojo y negro, que representa la vida y la muerte, el principio y el fin, la guerra y la tranquilidad, lo uno y lo otro.

LA FE DEBE PERMANECER EN NUESTRAS VIDAS, NUESTROS IDEALES, NUESTRA REVOLUCIÓN Y NUESTRA HISTORIA.

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